Después de haber realizado más de mll arrestos en uno de los lugares de fiesta más populares de Estados Unidos, funcionarios de Miami Beach advirtieron el domingo que las miles de personas son una amenaza a la seguridad pública.
Agentes policiales de por lo menos cuatro agencias más, junto con equipos del escuadrón táctico SWAT, fueron convocados para contener a las escandalosas multitudes, pero fue insuficiente.
Ante ello, las autoridades municipales votaron a favor de extender un toque de queda sumamente inusual que entra en vigor a las 8 de la noche por otra semana más a lo largo de la popular zona de South Beach, con la posibilidad de prorrogarlo hasta abril en caso de ser necesario.
Destacaron que no se trata de estudiantes universitarios, sino de adultos que buscan divertirse en uno de los pocos estados del país que está completamente abierto durante la pandemia de coronavirus.
Agentes con chalecos antibalas esparcieron bolas de gas pimienta el sábado por la noche contra una muchedumbre desafiante, pero mayoritariamente no violenta, que se rehusaba a cumplir con el toque de queda implementado unas cuatro horas antes.
Funcionarios y negocios locales han pasado apuros para alcanzar un equilibrio entre atraer a los turistas con el fin de impulsar la economía y hacerlo de manera segura en medio de la pandemia de coronavirus.
Con información de AP