Desde una celda policial en La Paz, la expresidenta interina boliviana Jeanine Áñez pidió a la Organización de Estados Americanos y a la Unión Europa enviar misiones.
Esto para evaluar lo que calificó como una “ilegal aprehensión” en su contra y de dos exministros. Todos enfrentan cargos de sedición y terrorismo por la crisis política de 2019 que precipitó la renuncia de Evo Morales.
En una carta que envió a la OEA y a la UE, Áñez calificó su aprehensión y la de sus ex colaboradores como una “persecución política aberrante” y exigió un “debido proceso”.
Detenida la madrugada del sábado en Trinidad, al noreste de Bolivia, Áñez aguardaba el sábado en celdas comunes.
El caso elevó la tensión política en Bolivia. Líderes de oposición calificaron las detenciones de ilegales y acusaron al gobierno de Luis Arce de utilizar la justicia para una “persecución judicial”.
Con información de AP