Algunos expertos consideran que los tests masivos podrían salvar cientos de miles de vidas en los Estados Unidos.
Esto ante la promesa del presidente Joe Biden de que los alumnos de primaria y secundaria regresarán a las aulas en abril.
A medida que avanza lentamente la campaña de vacunación, dicen, se podría frenar el brote; asimismo, reabrir buena parte de la economía al levantar algunas trabas regulatorias para permitir millones de tests rápidos.
Si bien admiten que los test rápidos son técnicamente menos precisos podrían ser más eficaces para identificar a las personas enfermas cuando son más contagiosas.
“Nuestro enfoque para el testeo, que ha fracasado, ha intentado abordar la pandemia como si fuera un cúmulo de pequeños problemas médicos”, dijo el doctor Michael Mina, especialista en testeo de la Universidad de Harvard.
El testeo rápido en amplia escala tiene el apoyo de universidades y sistemas escolares que han utilizado el método para seguir abiertos durante las olas más recientes de la pandemia.
Y sus partidarios señalan los éxitos aparentes como el de Eslovaquia, una pequeña nación europea donde bajaron los contagios después de testear a dos tercios de su población de 5 millones.
Con información de AP