La política opositora peruana Keiko Fujimori abandonó el lunes la cárcel donde estaba recluida.
Lo anterior luego de que su defensa pidió excarcelarla por temor a posible contagio de Covid-19.
El jueves, los jueces decidieron ordenar su libertad al indicar que la fiscalía no pudo enjuiciar a la política peruana “en el menor tiempo posible”.
Fujimori fue presa desde enero debido a que la fiscalía solicitó su prisión provisional por 15 meses. Esto mientras se investiga por sus presuntos nexos con la constructora brasileña Odebrecht.
La hija del también encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) se dirigió a su domicilio luego de pagar 20 mil dólares.
Los jueces ordenaron que cada mes visite la oficina de control biométrico para registrar su huella digital.
La abogada de Fujimori, Giulliana Loza, solicitó su liberación debido a que la política podía contagiarse del nuevo coronavirus.
Loza dijo semanas antes que Fujimori era hipertensa y sufría arritmia, pero esos argumentos no se mencionaron en la sentencia.
Con información de AP
