Los científicos examinan algunas vacunas elaboradas hace décadas contra otros gérmenes para ver si podrían proteger un poco contra el Covid-19 hasta que se tenga una vacuna más precisa.
Puede sonar raro, ya que las vacunas se desarrollan para atacar una enfermedad específica.
Sin embargo, las que están hechas con cepas vivas de bacterias o virus parecen fortalecer la primera línea de defensa del sistema inmunológico, una forma más general de proteger contra gérmenes.
Y los libros de historia demuestran que a veces eso genera algún tipo de protección contra otros bichos totalmente diferentes.
Dado que se prevé que el desarrollo de una nueva vacuna demore de 12 a 18 meses, algunos investigadores dicen que es el momento de hacer pruebas más rápidas y empezar con una vacuna contra la tuberculosis.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud emitió una severa advertencia el lunes.
Lo anterior a fin de que no se use la vacuna contra la tuberculosis para el Covid-19, al menos que los estudios demuestren que funciona.
No obstante, en Australia, los investigadores esperan inscribir a 4 mil empleados de hospitales para probar también la BCG,.
Además, 700 ya recibieron o la vacuna contra la tuberculosis o una inyección placebo.
Se planea realizar investigaciones similares en otros países, entre ellos Estados Unidos.
Con información de AP