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El ex-presidente de México, Ernesto Zedillo, expresó críticas hacia ciertas prácticas políticas actuales, enfocándose en la protección de la democracia y el peligro de los cultos políticos, durante su intervención en un foro ante más de 500 empresarios.
Zedillo, quien gobernó México entre 1994 y 2000, mencionó indirectamente al actual presidente Andrés Manuel López Obrador, criticando el uso del término “neoliberal” como insulto y señalando cómo ciertas políticas del pasado han facilitado el resurgimiento del populismo.
Zedillo también resaltó la importancia de proteger la democracia, evitando la regresión y manteniendo un Congreso y un Poder Judicial independientes y apegados a la Constitución. Hizo énfasis en la necesidad de ciudadanos que crean en la democracia en lugar de seguir cultos políticos.
Sobre la situación económica de México, Zedillo se describió a sí mismo como un liberal clásico y tradicional, alejado de las etiquetas contemporáneas como “neoliberalismo”.
El ex-presidente, conocido por ser crítico del gobierno actual sin mencionar directamente a AMLO, había expresado anteriormente su esperanza de que el sucesor de López Obrador no fuera demagogo y se enfocara en escuchar a la gente y abordar los problemas complejos del país sin recurrir a discursos divisivos.
Por su parte, López Obrador había formulado preguntas públicas sobre las decisiones de Zedillo durante su mandato, como la reforma del sistema de pensiones y la privatización de los ferrocarriles.
El Gobierno actual busca implementar reformas al sistema de pensiones, opuestas a las realizadas por Zedillo en 1997, y revivir el sistema ferroviario mexicano, que fue privatizado durante su gobierno.