La vicepresidenta Kamala Harris aceptó el jueves la nominación presidencial del Partido Demócrata en la Convención Nacional en Chicago, instando a los estadounidenses a unirse a ella para “trazar un nuevo camino hacia adelante”.
Harris destacó su experiencia personal y profesional, incluyendo su labor como fiscal, para resaltar su capacidad de proteger los intereses de la nación y derrotar al candidato republicano Donald Trump.
Harris, hija de inmigrantes de Jamaica e India, se presentó como una figura histórica al ser la primera mujer de raza negra y de ascendencia asiática en ser nominada por un partido importante en Estados Unidos.
Prometió ser una presidenta para todos los estadounidenses, llamando a dejar atrás las divisiones y trabajar unidos.
Durante su discurso, Harris recordó su infancia en California y cómo esa experiencia la motivó a convertirse en fiscal para proteger a los vulnerables. También hizo un llamado a los republicanos que se oponen a Trump para que la apoyen en las elecciones de noviembre, destacando su compromiso con los principios constitucionales y la democracia.