José Raúl Mulino, aliado cercano del expresidente Ricardo Martinelli, fue declarado vencedor en las elecciones presidenciales de Panamá. Mulino ganó con el 34.38% de los votos, superando al segundo lugar, Ricardo Lombana, quien obtuvo el 24.92%.
El Tribunal Electoral reconoció la victoria de Mulino a través de una llamada con el presidente magistrado Alfredo Juncá.
Mulino asumirá la presidencia en un momento de desafíos económicos y políticos para Panamá, que enfrenta problemas como la desaceleración económica, los efectos del cierre de una mina de cobre, la sequía en el Canal de Panamá y el aumento de la migración irregular.
Durante su campaña, prometió dinamizar la economía y detener la migración irregular, todo mientras busca capitalizar el respaldo a Martinelli, quien fue condenado por lavado de dinero.