La Unión Europea (UE) ha emitido una condena enérgica respecto al asalto policial a la embajada de México en Quito, Ecuador, catalogando el incidente como una infracción grave a la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas. Este hecho, ocurrido con el objetivo de detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, ha sido calificado por la UE como un acto que compromete la inviolabilidad de las sedes diplomáticas, elemento esencial para el mantenimiento del orden y la cooperación internacional.
El portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior, Peter Stano, y Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, han subrayado la importancia crítica de adherirse a las normativas internacionales que protegen las misiones diplomáticas y su personal. Como respuesta directa al asalto, México ha procedido a la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador, acción que ha sido seguida por Nicaragua.
Este suceso ha recibido también la condena de figuras y entidades internacionales, incluyendo al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el Departamento de Estado de Estados Unidos y gobiernos de diversas inclinaciones políticas de América Latina. Jorge Glas, quien estaba asilado en la embajada mexicana bajo acusaciones de corrupción, ha sido trasladado a una prisión de máxima seguridad.
