Desde el pasado domingo, Acapulco enfrenta una notable disminución en el servicio de transporte público, especialmente en la zona de hospitales y en áreas suburbanas y poniente hacia el centro de la ciudad. Esta situación se desencadenó tras ataques dirigidos contra vehículos de transporte público en el puerto, lo que ha generado tres días consecutivos de interrupciones en el servicio.
La falta de transporte ha llevado a los usuarios a expresar su descontento en redes sociales, destacando la insuficiencia del Sistema Integral de Transporte (SIT) Acabús para cubrir las necesidades de movilidad de la población hacia el centro desde las zonas más alejadas.
Los incidentes que precipitaron esta crisis incluyen el incendio de un camión urbano en la Avenida Ruiz Cortines y un ataque a un taxista en la avenida Cuauhtémoc, ambos ocurridos el domingo 25 de febrero. En el primer caso, individuos armados obligaron al conductor y a los pasajeros a abandonar el vehículo antes de prenderle fuego, mientras que el segundo incidente involucró a un taxista que fue agredido a tiros por sujetos en motocicleta.
Ante la escasez de opciones de transporte, la Guardia Nacional ha intervenido ofreciendo traslados en situaciones donde las estaciones y paradas se encuentran sobrepasadas por la demanda.
