Tras un reciente encuentro con la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado mexicano, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, se ha visto en el centro de una solicitud política inusual. La senadora Lucía Trasviña, miembro del partido Morena, instó a Salazar a colaborar con la administración actual, conocida como la Cuarta Transformación, para evitar un posible retorno al poder de partidos de derecha en México.
Este pedido se enmarca dentro de un debate más amplio sobre la orientación política y estratégica de México, subrayando la insistencia de Trasviña en que el gobierno de López Obrador se define más por su enfoque humanista que por inclinaciones socialistas, lo cual, argumenta, beneficia a ambas naciones.
En respuesta a estas declaraciones, el embajador Salazar ha reiterado su posición de no intervención en los asuntos políticos internos de México, enfatizando que el no va a participar en las próximas elecciones del 2 de junio.
Salazar ha hecho un llamamiento a ambos países para que eviten que las diferencias políticas socaven su relación bilateral. Subrayó la importancia de mantener un diálogo constructivo y la necesidad de resistir a las fuerzas que buscan dividir a las dos naciones, asegurando que la solidez de la relación entre Estados Unidos y México no se verá comprometida por disputas políticas temporales.
