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Un estudio reciente ha colocado a Costa Rica, Chile y Colombia en los primeros puestos de los sistemas sanitarios en América Latina, según informes de The Lancet y la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC). Venezuela, Paraguay, Nicaragua y Bolivia, en cambio, se encuentran en los últimos lugares.
Estas clasificaciones generan debate, ya que deben considerarse las diferencias económicas y de desarrollo de cada país.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OECD) publicó un informe titulado “Panorama de la salud: América Latina y el Caribe”.
Este documento evalúa la respuesta de los países de la región a la pandemia de Covid-19 y cómo han logrado reducir sus tasas de mortalidad. México, en particular, enfrenta desafíos significativos en su sistema de salud.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha mencionado la meta de alcanzar estándares de primer mundo para enfrentar los retos actuales de salud.
El informe de la OECD de 2023 señala que seis países de América Latina y el Caribe, incluyendo a México, han experimentado un número de muertes considerablemente mayor al promedio regional.
Estos países son Perú, Bolivia, México, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, y Guyana. Perú registró el mayor incremento, con 873 muertes en exceso por cada 100 mil habitantes. México ocupa el tercer lugar en número de muertes por exceso relacionadas con la pandemia en la región.
A pesar de estos datos, México muestra un desempeño medio o incluso superior en la mayoría de las variables de salud pública.
Los desafíos del sistema de salud mexicano incluyen la alta prevalencia de
obesidad y enfermedades crónicas, que aumentan el riesgo de complicaciones por COVID-19. Además, la transición del sistema de salud que comenzó en 2018, con la eliminación del “Seguro Popular” y la implementación de un nuevo programa de salud universal, podría haber influido en la respuesta a la pandemia.
La fragmentación de la atención sanitaria, la gestión de la información epidemiológica y la cadena de suministros médicos son aspectos críticos que han impactado la reacción ante la crisis sanitaria.
La letalidad hospitalaria por infartos agudos de miocardio también revela diferencias significativas en la región. Colombia registra las tasas más bajas, mientras que México muestra un alto porcentaje, evidenciando la necesidad de mejorar los protocolos de tratamiento en emergencias cardiovasculares.
Estos datos subrayan la importancia de fortalecer las estrategias de salud pública y revisar los sistemas de atención y reporte a nivel nacional y regional.
