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El gobierno de México resolvió la situación de la última caravana de migrantes en Chiapas, comprometiéndose a evaluar y procesar a sus integrantes para una posible estancia legal en el país.
Roberto González López, del Instituto Nacional de Migración en Chiapas, indicó que los casos serán tratados por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), encargado de ofrecer servicios de asistencia social.
A diferencia de ocasiones anteriores, no se otorgarán visas humanitarias ni Formas Migratorias Múltiples de forma inmediata a los migrantes.
Tras el acuerdo, la mayoría de los migrantes fueron trasladados a un albergue del DIF en Huixtla, cerca de la frontera guatemalteca. Durante este proceso, se reportaron situaciones de desinformación y confusión.
Paralelamente, México solicitó a Estados Unidos la reapertura de varios cruces fronterizos cerrados debido al aumento de migrantes.
Posteriormente, Washington acordó reanudar las operaciones en cruces clave a partir del 4 de enero, según anunció la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
El cierre temporal de dos cruces ferroviarios en Texas a fines de diciembre afectó a las industrias mexicanas, justificado por la necesidad de reasignar agentes de la Patrulla Fronteriza ante el incremento de ingresos al país.
La región sufre un notable aumento en la migración, con más de medio millón de personas, incluidos muchos venezolanos, cruzando la selva del Darién este año.
México registró más de 680 mil extranjeros en situación irregular de enero a noviembre, y un récord de casi 137 mil solicitudes de refugio, según datos oficiales.
Con información de AP
