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A semanas de lo ocurrido la tragedia continua. El Estado de Guerrero y Acapulco se mantienen en condiciones precarias ante la mirada atónita de la comunidad internacional que, sorprendida por el impacto que asoló con fuerza mayor al de las bombas que caen en Palestina o Ucrania, empezó a organizarse como hizo la Comunidad Europea que destinó cerca 1.5 millones de euros a la entidad.
Sin embargo, a semanas de la tragedia no deja de parecer monstruosa la irresponsabilidad criminal del Gobierno federal.
Fueron varias Agencias del gobierno norteamericano las que se comunicaron con el Presidente para avisar del impacto terrible con 72 horas de anticipación, tiempo suficiente para que López dirigiera personal y mediáticamente una alerta que habría evitado en buena medida la pérdida de vidas y daños irreparables a los guerrerenses.
Pero López decidió no hacer nada—como lo reconoció en sus mañaneras—y el huracán magnitud 5 con impacto de más de 270 kilómetros de velocidad destruyó en pocas horas no solo uno de los centros turísticos-comerciales más importantes del país sino un emporio que había tardado décadas en constituirse para asombro del mundo y orgullo mexicano, dejando en el desamparo a más de un millón de guerrerenses.
El inquilino del antiguo Palacio de los Virreyes tampoco alertó a la ciudadanía a través de las redes sociales de las que es afecto, ni hizo que sonaran las alarmas dispuestas para prevenir marejadas en Acapulco, pues se encontraba ocupado en intervenir en los procesos de simulación interna de su Partido por la Jefatura del Gobierno de la Capital.
En sexenios anteriores se contaba con dinero suficiente y la presencia de los titulares del Ejecutivo para tranquilizar a la población afectada. Pero el FONDEN que contaba con 270 mil millones de pesos desapareció misteriosamente, igual que el Seguro Popular, los tratamientos oncológicos para niños, las estancias infantiles, los refugios para mujeres maltratadas y los medicamentos del Seguro Social, sin contar con los 20 mil millones de pesos robados en SEGALMEX, desviados con mira a las elecciones del 2024.
Contrario a su promesa de que Acapulco y la entidad se encontrarán recuperadas para diciembre, la comunidad internacional anuncia que será después de 4 años que el PIB del Estado se recupere y esto suceda pues los daños son incalculables.
Mientras López destina apoyos multimillonarios para apoyar tiranías bananeras en Cuba, Venezuela y Nicaragua, para el pueblo de Guerrero no dispone nada: ni siquiera desde el presupuesto de egresos para el próximo año.
