Finalmente se llevó a cabo la consulta de Revocación de Mandato. El capricho presidencial le costó al país casi mil 700 millones sin contar los millonarios recursos que utilizó Morena promocionar este ejercicio y movilizar/acarrear a la gente el día de ayer. ¿Y todo para qué? Para saber lo que ya estaba más que cantado, que el tabasqueño debe continuar su mandato por tres años más.
De manera cínica y descarada el presidente Andrés Manuel López Obrador, sus funcionarios, gobernadores emanados de Morena y los integrantes de este partido se convirtieron en delincuentes electorales violando todas las leyes posibles. Legisladores y funcionarios abandonaron sus encargos para ir a hacer proselitismo. ¿Y todo para qué? Para que no alcanzaran ni siquiera los 21 millones de votos que lograron Morena y sus aliados en las elecciones federales intermedias del 6 de junio de 2021.
De igual manera esta consulta sirvió para que una vez más el mandatario mexicano y su gobierno atacaran un día sí y otro también a las instituciones electorales como el INE y el Tribunal Electoral. Y ¿todo para qué? Para que Morena solo lograra que participarán poco más de 16 millones de personas (entre un 17 y un 18.2% del listado nominal) de acuerdo con el mensaje que dio el presidente del INE, Lorenzo Córdova, ayer por la noche.
Por supuesto ni en los sueños más guajiros de los morenistas pensaron que juntarían el 40% requerido, es decir 37 millones, para hacer vinculatoria la consulta; pero no se asomaron ni de cerca a los 30 millones 113 mil 483 votos que se emitieron en la jornada del 1 de julio de 2018.
A pesar de las violaciones a la ley, de la descarada movilización, de la exigencia de cuota de participación, la consulta de Revocación de Mandato no cumplió las expectativas morenistas.
Por supuesto ante este fracaso, y como ya lo adelantó el presidente de Morena, Mario Delgado, López Obrador culpará al INE, al Tribunal y a quién se ponga enfrente de esta afrenta. Sin embargo, los únicos culpables son él y su partido, son ellos quienes deben entender que la gente una vez más le hizo el vacío porque sabían que esta consulta fue una simulación y una manipulación completa. La gente ejerció su derecho a no ser engañada y eso sí debió dolerles.
