El Gobierno de México respondió a las críticas surgidas tras el impacto del huracán Otis en Guerrero, asegurando que la magnitud del evento fue impredecible para cualquier autoridad meteorológica.
En una publicación en redes sociales, el Gobierno activó el Plan Marina y DN-III-E en auxilio a la población, explicando la evolución del fenómeno desde una depresión tropical hasta alcanzar la categoría 5 en solo 51 horas.
El huracán Otis se intensificó rápidamente, convirtiéndose en categoría 1 el 23 de octubre y alcanzando la categoría 5, la máxima en la escala Saffir Simpson, el 24 de octubre a las 21:00 horas.
A pesar de los pronósticos iniciales del Servicio Meteorológico Nacional, que preveían su llegada a tierra entre las 4 y 6 de la mañana del miércoles, Otis impactó Acapulco a las 00:20 horas. Esta rápida intensificación sorprendió a las autoridades y se considera histórica en términos meteorológicos modernos.
La titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, describió a Otis como uno de los huracanes más fuertes en la historia del Pacífico. Superando incluso al huracán Patricia en 2015, que generó un debate sobre la necesidad de una categoría 6 para medir la fuerza de los ciclones, Otis marcó un hito.
Velázquez destacó que el huracán desafió los modelos matemáticos existentes y enfatizó que el calentamiento del océano podría llevar a futuras sorpresas meteorológicas.
A pesar de la intensidad del huracán, aún no se conocen los daños exactos en Guerrero, y hasta el momento solo se ha confirmado una víctima fatal, aunque se teme que haya más afectados.
