Seis jóvenes activistas portugueses se presentaron ante la Corte Europea de Derechos Humanos, denunciando que los gobiernos europeos no están tomando suficientes medidas para proteger a las personas de las consecuencias adversas del cambio climático.
Esta acción legal se ha convertido en el último esfuerzo destacado por parte de los defensores del medio ambiente para que los gobiernos tomen medidas decisivas.
Los equipos legales de 32 naciones, incluidos todos los estados miembros de la Unión Europea, pusieron en duda la admisibilidad del caso, argumentando que los demandantes no pueden considerarse víctimas directas del cambio climático.
No obstante, los abogados representantes de los jóvenes subrayaron que dichos países no han implementado acciones suficientes contra el calentamiento global, vulnerando así sus derechos fundamentales.
Isabelle Niedlispacher, experta legal de Bélgica, sugirió que los demandantes deberían haberse dirigido primero a los tribunales nacionales.
Por otro lado, Alison Macdonald, defendiendo a los jóvenes, enfatizó la urgencia de abordar el cambio climático, describiéndolo como la “mayor crisis” que Europa y el mundo podrían enfrentar.
A pesar de que se han ganado casos similares a nivel nacional y regional, el equipo legal de los activistas considera que la jurisdicción nacional no protege adecuadamente sus derechos. Por ello, decidieron llevar el asunto a Estrasburgo, donde se ubica la corte.
Las decisiones de este tribunal son obligatorias para sus estados miembros. Un fallo a favor podría marcar un precedente significativo, influyendo en futuros casos climáticos presentados a nivel nacional.
Sin embargo, los demandantes, con edades comprendidas entre 11 y 24 años, tendrán el desafío de probar que han sido afectados de manera significativa y que los gobiernos tienen la responsabilidad legal de limitar el calentamiento global de acuerdo con el Acuerdo de París de 2015.
La resolución sobre este caso pionero y otros dos relacionados puede demorar varios meses.
Con información de AP
