[responsivevoice_button voice=”Spanish Latin American Female” buttontext=”Escuchar”]
La madrugada del 31 de julio, hombres armados quemaron camiones en la carretera 211 en el municipio de Mazapa de Madero, en la Sierra de Chiapas.
Los vehículos incendiados bloquearon puntos carreteros, generando congestiones viales en la ruta de Tapachula hacia Comitán y comunidades en Guatemala.
Las primeras informaciones indican que los hombres encapuchados dejaron una manta con un mensaje relacionado con la disputa entre cárteles del crimen organizado en la zona.
Se ha mencionado una amenaza directa al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control de Frontera Comalapa.
En la Sierra de Chiapas, grupos del narcotráfico se enfrentan por el control del tráfico de armas, drogas y migrantes. Principalmente, se señalan dos organizaciones: el Cártel de Sinaloa y el CJNG.
El gobierno federal implementó un operativo hace aproximadamente 40 días para mantener el control y seguridad en la zona. El pasado 27 de mayo, pobladores del Ejido Candelaria y Lajerío tuvieron que abandonar sus hogares debido a los enfrentamientos entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa en los límites de Chiapas y Guatemala.
Frontera Comalapa ha quedado dividida en áreas de influencia controladas por ambos cárteles internacionales. El CJNG controla áreas próximas a la frontera, mientras que el Cártel de Sinaloa opera en las zonas montañosas del norte de la población.
El estado de Chiapas es una estación necesaria para el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos, y las Fuerzas Armadas mexicanas han realizado diversas incautaciones o detenciones en las costas del estado.
Las disputas y violencia entre cárteles han generado inseguridad en la región y preocupaciones sobre la protección de los habitantes.
