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La tarde del 18 de junio, un trágico incidente ocurrió en el Lago de Guadalupe, ubicado en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, cuando un joven de 19 años identificado como Ángel perdió la vida al intentar nadar en sus aguas. La corriente y el lodo hicieron que quedara atrapado y ya no pudiera salir.
Según relató Édgar Grandos, coordinador de Protección Civil y Bomberos de la demarcación, el joven se encontraba acompañado de su mamá y su cuñada cuando decidió bañarse en el lago debido a las altas temperaturas.
Sin embargo, la fuerza del agua y las condiciones irregulares de la laguna, compuesta por una mezcla de aguas residuales y agua de lluvia, provocaron que Ángel se hundiera y quedara atrapado.
La familia del joven solicitó de inmediato ayuda a los servicios de emergencia, quienes iniciaron la búsqueda de su cuerpo con la participación de lanchas y buzos. A pesar de los esfuerzos iniciales, la primera inmersión no tuvo resultados positivos y se decidió suspender las labores.
Sin embargo, luego de una reunión con las autoridades, se acordó reanudar la búsqueda incluso sin luz natural, ya que se consideraba que existían condiciones adecuadas para ello. Los rescatistas marcaron el lugar donde realizarían una segunda inmersión, cerca de una especie de isla en medio de la presa, según la hipótesis del personal de emergencias.
Hasta el momento de la presente edición, no se ha reportado el hallazgo del cuerpo de Ángel.
