[responsivevoice_button voice=”Spanish Latin American Female” buttontext=”Escuchar”]
Una vez más la Secretaria de Defensa Nacional (Sedena) se ve involucrada en una ejecución. Ayer se dio a conocer un video donde aparecen elementos del Ejército mexicano llegando al lugar donde una camioneta se acababa de impactar en lo que parece una barda en Nuevo Laredo, Tamaulipas; el video dura más de una hora y evidencia como los soldados bajan, someten y golpean a cinco sujetos, mientras revisan la camioneta donde se aprecian droga y diversas armas de uso exclusivo para el Ejército y Fuerzas Armadas. Ya golpeados y esposados son llevados a una barda donde posteriormente fueron ejecutados por los militares.
Esto sucedió el 18 de mayo de este año.
El parte de la Secretaria de Seguridad Pública de Tamaulipas indica que los elementos fueron agredidos y sólo respondieron, el saldo cuatro sicarios muertos y uno herido que murió en el traslado al hospital una hora más tarde.
Mismo parte que hace suyo la Sedena y todo pasa cómo un enfrentamiento armado más donde mueren los criminales que atacan a nuestras Fuerzas Armadas.
Hasta que aparece el video probando lo contrario.
Soldados golpeando a detenidos, violando sus Derechos Humanos y lo más grave, matándolos estando indefensos.
Para tapar sus acciones estos mismos soldados simulan responder a una agresión y plantan las armas que estaban en la camioneta a los cadáveres de los presuntos delincuentes.
Y ese es el parte de novedades que reportan ¡sólo nos defendimos!
Informe que recibe el comandante inmediato superior y da por bueno. Informe que llega hasta el escritorio del General Secretario y pasa al Presidente de la República como cada mañana.
Ayer la mentira salió a la luz y el propio presidente Andrés Manuel López Obrador admite lo sucedido y otra vez da indicaciones para que se proceda conforme a la ley. Asegurando que en su Gobierno no hay impunidad. Bien por el presidente.
Pero, ¿por qué hasta ahora nos enteramos?
Este tipo de eventos por su propia naturaleza deberían ser investigados a conciencia por el alto mando, sobre todo cuando ya hay antecedentes previos de sucesos similares en Tamaulipas, donde se ejecutaron sin haber agresión a otros jóvenes, estos desarmados, en otra persecución similar.
No le llamó la atención lo extraño de la posición de las victimas fuera de la camioneta y todos alineados sin ninguna cobertura o protección, la ausencia de impactos en los vehículos militares y en la misma camioneta que se impactó, un enfrentamiento con múltiples disparos según videos en redes sociales, un fuerte enfrentamiento.
¿Todo esto no despertó sospechas en la Sedena o la fiscalía?
Desconozco si se hizo un peritaje a las armas encontradas para saber si se habían disparado y buscado trazos de pólvora en las manos de los delincuentes, si se realizó una mecánica de los disparos y sus impactos o de las heridas de bala en los cadáveres. Si la fiscalía encontró alguna inconsistencia en las declaraciones del personal que participó en el operativo o si fueron llamados a declarar a la fiscalía.
Imagino que ahora si habrá muchos estudios y peritajes, que los elementos serán puestos a disposición de la justicia militar y después de la estatal. Que el castigo será ejemplar y que nuestras Fuerzas Armadas redoblarán esfuerzos para que no se repitan este tipo de eventos.
Los Derechos Humanos son de todos, y se deben de respetar, delincuentes o no.
