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La Fiscalía del Estado de Jalisco confirmó que los restos encontrados en la colonia Mirador Escondido en Zapopan se asemejan a las características de algunos de los ocho jóvenes desaparecidos que trabajaban en un presunto call center en la misma área.
La Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas (FEPD) ha llevado a cabo una reunión con las familias para mantenerlas actualizadas sobre los avances de la investigación. Actualmente, se está realizando la confrontación de ADN para confirmar la identidad de las víctimas. El Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses se encargará de emitir los dictámenes correspondientes.
Los trabajos de extracción en la zona continuarán hasta que se recolecten todos los indicios posibles, a pesar de las condiciones complejas debido a la profundidad y pendiente del área. Diversas instituciones trabajan de manera coordinada en este proceso.
Recientemente, la Fiscalía de Jalisco confirmó la desaparición del octavo individuo relacionado con el caso del call center en Zapopan, lo que ha aumentado la indignación entre los familiares que exigen acceso a las carpetas de investigación. Los trabajos de búsqueda continúan en la barranca entre el Tempisque y El Mirador, donde se han recuperado un total de 45 bolsas con restos humanos y se continúa la búsqueda de más indicios. Se ha confirmado la identidad de cinco de los ocho cuerpos mediante pruebas.
¿Qué hay detrás de las desapariciones?
A principios de mayo, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos realizó una acción contra cuentas y bienes de call centers en Jalisco y Colima, involucrados en estafas a personas de la tercera edad con la venta ficticia de tiempos compartidos. Se señaló la presunta participación del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y se mostraron fotografías de los presuntos líderes.
Pocos días después, algunos de los jóvenes que recientemente se habían cambiado de un call center a otro en busca de mejores condiciones laborales comenzaron a desaparecer. La FEPD confirmó las desapariciones de varios jóvenes entre el 20 y 22 de mayo.
A través de videos obtenidos en la finca donde trabajaban, convertida en un call center, se confirmó que al menos tres de ellos fueron llevados por un grupo armado. Se presume que los demás corrieron la misma suerte, algunos siendo interceptados al salir de sus hogares, mientras se dirigían al trabajo o incluso en un gimnasio.
