Las autoridades mexicanas informaron el jueves sobre el asesinato de un activista indígena que luchaba contra la tala de árboles en la región de Michoacán. El líder local y miembro del consejo comunitario de tierras, Alfredo Cisneros, fue asesinado a tiros en el pueblo indígena purépecha de Sicuicho a principios de esta semana.
Este hecho se une a una serie de asesinatos y desapariciones en la región, donde las comunidades indígenas han estado luchando contra la minería y la tala ilegal que tienen como objetivo los bosques de pino y oyamel de la región montañosa.
Las bandas armadas, a las que se les llama “grupos paramilitares”, están tratando de apoderarse de tierras y bosques comunales en la zona. Además, la fiebre por plantar aguacates, un cultivo de exportación muy lucrativo en Michoacán, ha aumentado la presión y las amenazas de violencia en las comunidades que buscan proteger sus tierras y bosques.
Los activistas contra la tala de árboles en Villa Madero afirman que el gobierno estatal y las asociaciones de productores han promovido los aguacates como la respuesta para los agricultores del estado, lo que aumenta la hostilidad hacia los ambientalistas.
Los habitantes indígenas del pueblo de Cisnero han bloqueado las carreteras locales para protestar y exigir que los asesinos sean llevados ante la justicia. Sin embargo, en Michoacán, la impunidad y el crimen siguen reinando libremente.
