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La red del Transporte Colectivo Metro enfrenta un problema recurrente de robo de cable, el cual no es cometido por delincuentes comunes sino por miembros del crimen organizado, de acuerdo a Guillermo Calderón, director del Metro.
En una conferencia de prensa, Calderón afirmó que el robo ocurre en todas las líneas, con una mayor frecuencia en las líneas 2, 5, A y B. Se trata de una cantidad significativa de 32 toneladas de cobre.
Los delincuentes utilizan un modus operandi consistente en romper la malla ciclónica y acceder a los cables, y también pueden ingresar a través de los 186 registros externos ubicados en la vía pública. En 2022, fueron robados 14,550 metros de cable.
Las estaciones más afectadas por el robo incluyen Cuatro Caminos y Panteones en la línea 2, Indios Verdes y La Raza en la línea 3, Instituto del Petróleo y Valle Gómez en la línea 5, Pantitlán y Guelatao en la línea A y Ciudad Azteca y Bosques de Aragón en la línea B. Según Calderón, estos puntos tienen en común que el Metro corre en superficie y los delincuentes pueden acceder fácilmente a los cables.