Para la población más pobre la última ola de aumentos de precios al consumidor será un punto porcentual superior que la de los más acaudalados, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Los gobiernos de todo el mundo están sometidos a una enorme presión para mitigar el golpe del aumento de los precios de los alimentos y los combustibles. En América Latina, la respuesta a dicho dilema presenta el riesgo de encender un polvorín.
Desde México hasta Brasil, la inflación alta y persistente está ampliando la brecha entre ricos y pobres en lo que ya es la región más desigual del mundo.
En toda América Latina una floreciente clase media está viendo erosionadas sus expectativas. Un tercio de toda la población de la región está a punto de caer en situación de pobreza, definida como aquellos que viven con 1.90 dólares al día.
La evidencia de que el impacto de la inflación pesa más sobre los más pobres es que ya se está convirtiendo en malestar social en estos países.
Con información de El Financiero
