México quiere unirse al club de exportadores de gas natural

México se ha propuesto la misión, un tanto sorprendente, de convertirse en uno de los principales exportadores mundiales de combustible.

Las exportaciones de gas natural de México son inexistentes, ya que produce muy poco combustible para satisfacer incluso sus propias necesidades internas, pero la proximidad del país a las crecientes reservas de Estados Unidos lo posiciona bien para suministrar gas estadounidense a compradores sw Europa y Asia.

El país se ha propuesto un total de ocho proyectos de exportación de gas natural licuado al sur de la frontera, con una capacidad combinada anual de 50.2 millones de toneladas.

Si se cumplieran los objetivos planteados, México se uniría a un club muy pequeño de naciones que envían al extranjero el combustible superenfriado, comúnmente llamado GNL.

México en su mayoría enviaría gas que importó al país desde Estados Unidos en primer lugar.

Los grandes planes del país para ingresar al mercado de exportación llegan en un momento en que la demanda de gas natural se está disparando a nivel mundial.

El gas ya estaba ganando popularidad frente a los combustibles fósiles cuando la guerra de Rusia en Ucrania impulsó la demanda a un nivel completamente nuevo.

Cuarenta y cuatro mercados importaron GNL el año pasado, casi el doble que hace una década, dijo el Grupo Internacional de Importadores de Gas Natural Licuado.

El mundo ha estado compitiendo para aumentar la capacidad de importación y exportación. Asia ha sido el destino de casi la mitad de los cargamentos de GNL de EU en los últimos dos años, aunque los esfuerzos de Europa por diversificarse y no depender de Rusia significan que los compradores en todas las regiones compiten por un suministro limitado de combustible.

“México se convertirá en un exportador de gas natural producido en EU y esto se debe principalmente a la dinámica del mercado que se está produciendo a nivel mundial, especialmente en Asia, no precisamente debido a las políticas de México”, explicó Adrian Duhalt, académico de Baker Centro del Instituto para los Estados Unidos y México de la Universidad de Rice.

No hay garantía de que todos los proyectos propuestos se construyan o que se construyan a tiempo. Pero la capacidad principal del gasoducto que necesitarán para operar ya está allí.

El gas estadounidense puede transportarse a través de más de una docena de gasoductos transfronterizos construidos durante el mandato del expresidente Enrique Peña Nieto.

Esos conductos cuestan miles de millones de dólares y tienen una capacidad combinada de casi 14 mil millones de pies cúbicos al año. En lo que va del año, México ha importado un promedio de 6 700 millones de pies cúbicos por día desde Estados Unidos.

Esto significa que las líneas podrían mover más del doble de los volúmenes actuales. Eso se suma a los aproximadamente 2 600 millones de pies cúbicos de gas natural por día que produce México.

Con información de Bloomberg

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