Asesino de jesuitas vivió por años en la impunidad

AP

Por años José Portillo Gil, alías “El Chueco”, vivió en medio de una rampante impunidad a pesar de tener órdenes de captura por varios crímenes y mantuvo sometidos a los miles de habitantes de la sierra de Tarahumara, muchos de ellos indígenas, mientras se paseaba tranquilamente por las calles y hasta se jactaba de patrocinar un equipo de béisbol local.

Su más reciente crimen, el asesinato a balazos de los jesuitas mexicanos Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar y un guía turístico en un templo de la comunidad de Cerocahui, en el estado norteño de Chihuahua, lo colocó esta semana en la palestra pública nacional. En cuestión de horas se convirtió en uno de los criminales más buscados de México, y por el que se ofrece un recompensa de unos 250 mil dólares por información que lleve a su captura.

La abierta impunidad en la que vivía Portillo Gil fue cuestionada por el propio mandatario Andrés Manuel López Obrador.

El presidente admitió que era “muy sospechosa” la “vida normal” que tuvo por años el presunto agresor de los sacerdotes; esto, a pesar de tener órdenes de captura pendiente desde el 2017 por un ataque contra la sede de la Agencia Estatal de Investigaciones en Urique, y luego en el 2018 al ser señalado como el principal sospechoso del homicidio del profesor estadounidense Patrick Braxton-Andrew.

López Obrador anunció que habrá una “investigación a fondo” en el caso de los jesuitas asesinados así como por la impunidad en la que vivió Portillo Gil.

Portillo Gil es el líder de una célula del narcotráfico vinculada al poderoso grupo criminal de Los Salazar que está asociado al cartel de Sinaloa en Chihuahua.

Era conocido por la comunidad y por las autoridades, esto no es ningún secreto y tampoco es una afirmación gratuita que yo pueda hacer… Hablar no iba a regresar la vida de nuestros hermanos, no iba a recuperar la paz ni la tranquilidad. Era más el daño que se hacía hablando que callando, por eso opté por callar hasta el momento en el que la nota fue teniendo notoriedad

Tras el evento del 2018 las autoridades no volvieron a mencionar a Portillo Gil hasta la víspera cuando la Fiscalía de Chihuahua difundió carteles con la fotografía del presunto atacante ofreciendo una millonaria suma en pesos.

En conferencia de prensa el fiscal general de Chihuahua, Roberto Fierro Duarte, informó que Portillo Gil era el patrocinante de un equipo de béisbol de Cerocahui, y que la derrota de su conjunto lo llevó a atacar el lunes a un habitante del poblado y su hermano, quienes aún permanecen desaparecidos. Horas después de ese hecho “El Chueco” tuvo una discusión con el guía turístico Pedro Palma, a quien asesinó junto a los dos sacerdotes y después se llevó los cuerpos los cuales fueron localizados el miércoles.

Con información de AP

Dejar una comentario

Por favor ingresa tu comentario
Por favor introduce tu nombre aquí
Captcha verification failed!
CAPTCHA user score failed. Please contact us!