El presidente Andrés Manuel López Obrador inaugura este lunes el aeropuerto internacional ‘Felipe Ángeles’. Se trata de uno de los proyectos más emblemáticos de su administración.
Esto mientras continúa el debate sobre el tiempo de traslado, así como el costo para llegar a la nueva terminal, que se ubica a 43 kilómetros del centro de la ciudad.
El gobierno afirma que la gente tardará solo una hora y media en llegar a la nueva terminal desde el sur de la megalópolis. Eso puede ser cierto si las avenidas están despejadas, pero las calles normalmente enredadas podrían convertir eso en un viaje impredecible de dos horas y media, más que algunos de los vuelos nacionales.
La administración cambió las reglas que generalmente requieren que los pasajeros se presenten dos horas antes de un vuelo nacional y tres horas antes de un vuelo internacional. En la terminal de Felipe Ángeles, solo se requerirá que se presenten una o dos horas antes de esos vuelos.
Según ha dicho él mismo, el presidente ve en el nuevo aeropuerto un símbolo de su batalla crepuscular contra el privilegio, el conservadurismo y la ostentación, cosas que él desprecia.
Es preciso aclarar que el nuevo aeropuerto funcionará en conjunto con el aeropuerto existente de la Ciudad de México.
Sin embargo, la prisa de López Obrador por hacer todo lo que prometió en seis años lo ha llevado a hacerlo todo de manera improvisada, opinó el analista político José Antonio Crespo.
Con información de AP