El año 2022 está lleno de riesgos y amenazas globales para los gobiernos pero también de retos y desafíos para las empresas. Por lo que compartiré algunos riesgos que veo para las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas. En primer lugar, no todos los riesgos son los mismos para todas las empresas del mismo tamaño ni sector. Lo que para unas empresas es un riesgo, para otras pueden ser una oportunidad. Esta pandemia nos ha mostrado que así como hubo empresas que cerraron sucursales o la única tienda que tenía, otras aumentaron sus ventas. El tamaño no importa sino que hubo diversas variables que fueron determinantes para pintar este 2021 con estrellas o teñirlo de negro.
Las empresas involucradas en la cadena de suministro del sector salud como: medicinas, hospitales, vacunas, productos higiénicos, entre otros, han tenido un crecimiento sustancial. Pero aquellos negocios que no venden productos de consumo básico, que están en sectores vulnerables o bien, que han sufrido la disrupción de las cadenas de suministro, se han visto afectados y seguirán estándolo para el 2022 de una manera más marcada.
Los principales riesgos domésticos a nivel empresarial para el 2022 –en cualquier parte del mundo- serán: i) la ciberseguridad, ii) el acceso a deuda para crecer, iii) que sus deudores les paguen, iv) el teletrabajo, v) la adaptación a los cambios para el cumplimiento de nuevos protocolos sanitarios, vi) la exigencia de un consumidor cada vez más digitalizado, y vii) los cambios de hábitos de consumo en sus consumidores. Todo lo anterior ya lo vivíamos desde el 2020 pero para este 2022, será algo más notorio y no será una circunstancia a la cual hay que adaptarse, sino que será un riesgo constante y todas variables estarán en una “licuadora empresarial”.
Para las empresas que están en el sector del comercio exterior en sus países se seguirán enfrentando a: i) los altos costos de transporte marítimo por lo que tendrán que tomar decisiones para buscar alternativas como el transporte aéreo o hacer alianzas con navieras, ii) la volatilidad del tipo de cambio, iii) gestión del talento desde el exterior con gran flexibilidad en los esquemas, contratos y jornadas laborales, iv) nuevos lineamientos y estándares internacionales para llegar a clientes que buscan lo sostenible.
El mundo empresarial se hacía cada vez más global antes de la pandemia pero para este 2022 lo veo más fragmentado en cuanto a su cultura organizacional, personalizado en cuanto a sus necesidades, politizado en cuanto a las normas a seguir y ensombrecido por las nuevas variantes del SARS-CoV2 que vayan a surgir. Por lo que lo importante será no ‘contagiarse’ más de la cuenta a nivel empresarial.
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