Lamont Jacobs se ha proclamado campeón olímpico, ahora en 100 metros, con una marca de 9.80 que le convierte en sucesor del legendario Usain Bolt.

El estadounidense Fred Kerlei (9.84) y el canadiense Andre de Grasse (9.89) completaron el podio. Por delante del sudafricano Akani Simbine (9.93), el estadounidense Ronnie Baker (9.95), el chino Su Bingtian (9.98) y el nigeriano Enoch Adegoke, que no terminó.
El británico Zharnel Hugues fue descalificado por salida falsa.

La gran incógnita del atletismo en los Juegos de Tokio quedó desvelada en 9.80 segundos y en una dirección totalmente inesperada. Lamont Jacobs, de padre estadounidense y madre italiana, es el heredero de Bolt.

Bolt, el esprinter ya legendario que había conquistado los tres títulos olímpicos anteriores, siempre en doblete con el de 200.

La marca de Lamont Jacobs en semifinales, en las que batió por dos centésimas, con 9.84, el récord de Europa del portugués Francis Obikwelu (2004) fue un primer aviso para navegantes. La prueba se había quedado sin dueño y la victoria estaba casi al alcance de cualquiera de los finalistas.

Jacobs devolvió la primacía olímpica a Europa veintiún años después de la victoria del tramposo griego Konstantinos Kenteris en Sydney 2000; además, emula el oro de otro italiano, Pietro Mennea, en los 200 de Moscú’80.

Con información de EFE

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