Un exsenador haitiano, un funcionario despedido y un informante del gobierno estadounidense son los últimos sospechosos identificados en la investigación sobre el asesinato del presidente Jovenel Moïse.
Los hombres figuran entre los cinco fugitivos descritos por la policía como armados y peligrosos. Las autoridades continúan buscando a los sospechosos del ataque del 7 de julio a la residencia privada del fallecido mandatario haitiano.
Uno de los sospechosos fue identificado como el exsenador John Joël Joseph, un conocido político y opositor al partido Tet Kale al que pertenecía Moïse.
En un video compartido el año pasado en YouTube, Joseph comparó al presidente con el coronavirus. El exsenador comentó que los haitianos habían sufrido por el hambre o por las muertes provocadas durante el mandato de Moïse.
La inseguridad ha afectado a todos los haitianos.
El segundo sospechoso es Joseph Felix Badio, quien trabajó para el Ministerio de Justicia haitiano. En marzo de 2013 se unió a una división anticorrupción del gobierno.
La agencia afirmó en un comunicado que Badio había sido despedido en mayo por “graves infracciones” de normas éticas.
El tercer sospechoso fue identificado como Rodolphe Jaar. Nació en Haití, habla inglés y tiene una titulación universitaria en administración de empresas.
Jaar fue procesado en 2013 en una corte federal de Florida por una asociación ilícita para llevar cocaína a Estados Unidos desde Colombia y Venezuela a través de Haití. Se declaró culpable y fue condenado a casi cuatro años de prisión, según documentos judiciales.
En 2015, el abogado de Jaar dijo al tribunal que el acusado fue una fuente confidencial para el gobierno de Estados Unidos durante varios años.
Con información de AP
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