La crisis económica a nivel mundial, que se agudizó desde la llegada de la pandemia de Covid-19 afectó a importantes empresas de todos los sectores. Incluso, muchas de ellas se vieron obligadas a cerrar sus puertas de forma definitiva, se encuentran a punto de la bancarrota o tuvieron que adaptarse a esquemas de protección por quiebra para continuar con sus operaciones.
Best Buy
Al igual que en el plano internacional, en México existen muchos casos y se prevén más a lo largo de 2021. Por ejemplo, apenas el pasado 18 de febrero, la cadena de electrónica Best Buy anunció que dejaría el mercado mexicano debido a la crisis sanitaria que había limitado sus operaciones de su ecommerce, luego del cierre de 41 tiendas en el país al cierre de 2020.
La minorista de tecnología, quien apenas alcanzó ventas de 40 millones de dólares (mdd) en territorio mexicano en el último año –muy por debajo de los 346 mdd que generó Amazon en el mismo periodo–, registraba menos tiendas cada año desde 2012 y hoy está por cerrar, a menos, cinco establecimientos en Estados Unidos, su nación de origen.
Interjet
En el rubro de comunicaciones y transportes se encuentra el caso de la aerolínea mexicana Interjet, la cual entró en “quiebra técnica” y en riesgo de colapso tras una orden para comenzar a pagar casi 30 mdd por impuestos atrasados. Además de las deudas que ya tenía con el Gobierno mexicano previo a la pandemia, la caída de los vuelos nacionales e internacionales a causa de la crisis sanitaria terminó por agravar la situación de la empresa. Actualmente, se estima que la deuda neta de Interjet es aproximadamente 11,5 veces más que sus ganancias.
Cinemex
Un hecho similar también se vivió en la industria del entretenimiento, con Cinemex, la segunda cadena de cines más grande de México, que cerró más de 140 complejos de forma indefinida y enfrenta una deuda estimada de 230 mdd. Pese a la inyección de capital en efectivo que realizó para seguir operando, este negocio no ha podido cosechar grandes ganancias que dejaban los éxitos de taquilla, debido a las reaperturas escalonadas de sus salas.
Sector de la construcción
En el ramo de la construcción, la compañía catalana de infraestructuras Comsa negocia con las entidades bancarias españolas para aplazar el pago de la deuda que arrastra por un refinanciamiento de 719 millones de euros (mde) a finales de 2016, y que debía afrontar este 2021. El riesgo que afronta su la familia Miarnau (también propietarios de la inmobiliaria Iosa) es mayor, pues de no devolver 293 mde, los acreedores se quedaría con el 50,01% de la firma.
A la fecha, para tratar de ganar tiempo y no perder la mitad de la constructora, fuentes financieras aseguran que la dirección de Comsa busca con urgencia una nueva refinanciación con un “pool” bancario que conforman Bankia, Bankinter, BBVA, Caixabank, Banc Sabadell y Banco Santander.
Asimismo, la venta de unidades de negocio no estratégicas –con las que apenas obtuvo 321 mde– y el parón por la pandemia terminaron por agravar su situación actual.
Hertz
Por su parte, Hertz, la segunda compañía de renta de autos más grande de Estados Unidos, es otro caso de una organización internacional que se declaró en bancarrota por las deudas que acumuló con sus acreedores debido a la crisis económica por el coronavirus, y por el que disminuyeron el tráfico de pasajeros y turistas en el mundo.
Antes de la pandemia, esta compañía operaba aproximadamente 12 mil ubicaciones corporativas y franquiciadas, tanto a nivel nacional como internacional; con el confinamiento, alrededor de 700 mil vehículos estuvieron inmovilizados, y tras la declaración de estado de bancarrota –que le permite a la empresa seguir operando mientras diseña un plan para pagar a sus acreedores y cambiar el negocio–, la alquiladora puso en venta una gran parte de su ‘stock‘.
Así, pese a la leve recuperación económica y reactivación de diversos sectores que se registra en todo el mundo, especialistas estiman que aún más empresas, con larga trayectoria en el mercado, que han generado miles de empleos y que han obtenido grandes ganancias, seguirán enfrentando problemas por falta de liquidez debido a la crisis que trajo el SARS-CoV-2.
