Docentes de Estados Unidos hacen grandes esfuerzos para rastrear a los estudiantes que dejaron de asistir a clases y ayudarles a obtener las calificaciones que necesitan para graduarse.
Aún no hay datos disponibles de cómo la pandemia afectó la tasa nacional de deserción escolar.
Autoridades escolares dicen que aún no se puede saber cuántos de los estudiantes que interrumpieron la educación a distancia piensan abandonar los estudios.
Ante las cifras crecientes de estudiantes con bajas calificaciones o ausencias crónicas, los expertos temen lo peor.
Las escuelas se esfuerzan en rastrear a los estudiantes de último año ausentes, sea a través de las redes sociales o llamando a sus puertas.
Las instituciones asignan personal para ayudarles a recuperar el tiempo perdido, y en algunos casos, incluso reduciendo los requisitos para la graduación.
El estudiante que deserta generalmente busca una salida, una oportunidad para hacerlo. Y desgraciadamente, esto lo ha sido.
Sandy Addis, presidente del Centro Nacional de Prevención de la Deserción
En una escuela secundaria en Kansas City, Kansas, el personal ha realizado miles de llamadas a las familias de los estudiantes en situación de riesgo, dijo Troy Pitsch, supervisor de los directores de secundarias en la ciudad.
Si perdemos un estudiante, sucederá entre gritos y forcejeos, lucharemos con uñas y dientes por conservarlos.
El año pasado, al cerrarse las escuelas, muchos distritos congelaron las calificaciones salvo que los estudiantes quisieran mejorarlas.
Este año es el primero en que las escuelas sentirán plenamente el impacto de la pandemia sobre el rendimiento de los estudiantes.
