La cumbre del Grupo de las 20 principales economías del mundo comenzó con diversos llamados de los gobernantes a trazar una estrategia conjunta para enfrentar la crisis por el Covid-19.
Todo ello en momentos en que la pandemia de coronavirus opacó su reunión de este año al convertirla de encuentros personales en una congregación virtual.
La pandemia brinda al G20 una oportunidad de mostrar cómo este tipo de agrupaciones pueden dar viabilidad a la cooperación internacional, pero también sus deficiencias.
“Tenemos el deber de salirle al paso a este desafío juntos durante esta cumbre y ofrecer un fuerte mensaje de esperanza y tranquilidad”, expresó el rey Salman de Arabia Saudí, país que es anfitrión del evento, y que este año asumió la presidencia del G20.
Si bien los países del G20 han contribuido con miles de millones de dólares para el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, también se han centrado principalmente en garantizar su propio suministro de vacunas.
Países como Gran Bretaña, Francia y Alemania, todos estados miembros del G20, negociaron directamente con las compañías farmacéuticas. Esto para que les entreguen millones de dosis. La acción significa que la vasta mayoría de la oferta mundial de vacunas del año entrante ya está reservada.
Con información de AP
