Un estudio de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, señala que la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca produce una fuerte respuesta inmunitaria.
De acuerdo con los datos del estudio, la vacuna desarrollada por la farmacéutica británica y la Universidad de Oxford sigue con precisión las instrucciones genéticas programadas.
La información, publicada en el servidor ResearchSquare, señala que esas instrucciones le ‘indican’ a la vacuna cómo producir la proteína pico del virus SARS-CoV-2.
La vacuna parte de un virus de resfriado común en los chimpancés (adenovirus) del cual se borra el 20% de las instrucciones ya incluidas en ese patógeno.
Ese espacio es el que la farmacéutica utiliza para agregar las instrucciones para que la célula infectada produzca la proteína pico del nuevo coronavirus.
Este proceso entrena al sistema inmunológico para que reconozca y ataque al virus SARS-CoV-2 en cuanto este infecte a la persona inmunizada.
Los investigadores pudieron verificar miles de instrucciones dentro de una célula y pudieron validar que la inyección funciona como fue programada.