Autoridades de Salud de Estados Unidos planean ajustar la observación de las primeras personas que sean inoculadas con las primeras vacunas contra el COVID-19.
Una nueva encuesta dejó entrever un aumento en los temores por parte de las personas hacia las vacunas.
Debido a la pausa de un segundo ensayo de las vacunas contra el COVID-19, una cuarta parte de los estadounidenses afirma que no la utilizarán.
El sondeo encontró que sólo 46% de los estadounidenses quiere una vacuna contra el COVID-19 y 29% tiene dudas.
A pesar de que los afroestadounidenses están afectados con especial severidad, sólo 22% dice que tienen previsto vacunarse en comparación con 48% de la población en general.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) planean enviar mensajes de texto a los receptores de las vacunas para ver cómo se sienten a diario durante la primera semana y una vez por semana durante las seis siguientes.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) emitió normas claras de seguridad y eficacia que deben cumplir las inmunizaciones.
El comisionado Stephen Hahn ha insistido en que sean los investigadores, no los políticos, quiene decidan el destino de las posibles inoculaciones.
El doctor Anthony Fauci, principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, afirma que eso debería ser tranquilizador porque significa que los científicos como él examinarán toda la evidencia.