El Estado de México tiene una amplia diversidad de artesanías que fortalecen el espíritu mexiquense, tal es el caso de los rebozos de bolita, prenda fabricada tradicionalmente en los municipios de Tenancingo y Calimaya.
Ahí, las técnicas ancestrales en su elaboración se adaptan para transformarlo en cubrebocas y ser una alternativa original para mantener los cuidados de la salud en la pandemia por Covid-19.
Como parte de un legado familiar, el entintado de los hilos y el anudado nació en La Rebocería, un lugar en Calimaya donde se hacen y comercializan estas piezas, consideradas por algunos como una obra de arte.
Jesús Fuentes Enríquez, es artesano al frente de La Rebocería y pionero de la idea de adaptar el rebozo a la confección de cubrebocas.
Ante la disminución de ventas debido a la contingencia sanitaria, Fuentes Enríquez externó que desde hace tres meses el proyecto de creación de cubrebocas, con los lienzos de rebozo, genera ingresos para más de 30 personas y sus familias.
Es así como se incorpora el rebozo mexicano, la prenda insignia, a la vida cotidiana de la gente
La prenda se adapta a la nueva normalidad
Este trabajo es una forma de adaptar las creaciones a la nueva normalidad y continuar con esta tradición originada en los siglos XIX y XX.
Además de que el rebozo es una pieza distintiva del ajuar de las mujeres mexicanas y se proyecta a todo el mundo como parte de la identidad mexiquense.
La Rebocería está ubicada en la calle de Lerdo #13, San Juan, Calimaya, Estado de México, de lunes a viernes de 10:00 a 19:00 horas y sábados de 10:00 a 16:00 horas
El producto también puede adquirirse a través de la tienda Amazon, en la sección Handmade México.
