Ante el aumento de infecciones de coronavirus, un pueblo español envía policías a bares para hacer cumplir las regulaciones de salud.
Fuengirola, un pequeño pueblo en la playa cerca de Málaga en el sur de España, envió a la policía a sus centros nocturnos para evitar que se conviertan en sitios de propagación del virus.
“La presión policial es esencial para que la gente cumpla con la ley”, comentó el policía Jorge Moreno. El oficial quien señaló que desde el 15 de junio la policía ha emitido 2 000 sanciones por no cumplir con las regulaciones sanitarias.
Los policías vigilan que tanto empleados como clientes cumplan con el uso obligatorio de mascarillas y que los clubes mantengan las mesas lo suficientemente separadas.
Los centros nocturnos han sido mencionados reiteradamente por las autoridades regionales de salud como focos de contagio. El noreste de Cataluña ordenó su cierre.
España batalla con un repunte de infecciones después de que logró controlar el brote inicial a nivel nacional que obligó al gobierno a ordenar una cuarentena de tres meses.
