En retrospectiva, Rosa Jimenez Cano reconoce que acudir a una protesta en contra de la brutalidad policíaca fue riesgoso, y no sólo por los motivos habituales.
A medida que reabren más playas, iglesias, mezquitas, escuelas y negocios en todo el mundo, el súbito y multitudinario descontento en Estados Unidos genera temor de que surjan nuevos brotes del coronavirus en un país con la mayor cifra de infecciones y decesos a nivel mundial.
Jimenez Cano dijo que planea aislarse en cuarentena por 14 días, piensa que tal vez fue “irresponsable” al asistir a las protestas del sábado en la noche en Miami. Ahí, se expuso a un gran número de personas.
Las protestas por la muerte de Floyd — la más reciente en una serie de fallecimientos de personas de raza negra a manos de la policía en Estados Unidos — sacudieron al país.
Algunas derivaron en disturbios y enfrentamientos con la policía, lo que dejó tiendas y patrullas envueltas en llamas.
Semanas cruciales para medir el impacto
Expertos de salud temen que los portadores asintomáticos del virus puedan infectar a otros durante las manifestaciones, en donde las personas caminan hombro con hombro, muchas de ellas sin mascarillas; gritan y entonan consignas.
El virus se esparce por medio de gotas microscópicas que viajan en el aire cuando las personas tosen, estornudan, cantan o hablan.
En el país se han registrado más de 1,7 millones de infecciones y casi 104 mil muertes por Covid-19, enfermedad que ha afectado desproporcionadamente a las minorías raciales en una nación que no tiene atención médica universal.
Con información de AP