Los residentes de Santo Antônio do Içá en la amazonia brasileña esperaron que aterrizara un avión turbohélice.
Y es que a bordo del bimotor, el doctor Daniel Siquiera y la enfermera Janete Vieira se preparaban para la misión del día: el desalojo de dos pacientes del municipio de unos 22 mil habitantes.
Lo anterior debido a que el Covid-19 golpeó a su pequeña población, con casi 500 casos, y la dejó con la mayor incidencia per cápita que cualquier municipio brasileño.
Así, las vidas de Sildomar Castelo Branco, de 89 años, y del alcalde del pueblo, Abraão Lasmar, estarían en manos de los trabajadores de salud hasta aterrizar en Manaos.
La situación es tan crítica en la región, hogar de incontables indígenas, que las autoridades deben expandir con urgencia la capacidad en un hospital militar.
Amazonas, casi igual de grande que Alaska, tiene la cuarta mayor cantidad de casos confirmados de coronavirus de los estados de Brasil, a pesar de su poca población.
Con información de AP