Don José Manuel Vázquez, de 55 años, ha pasado gran parte de su vida como comerciante en su natal Tabasco.
Hace tiempo se hizo de la renta de un local, con el fin de mejorar la economía de su familia.
Así, con esfuerzo abrió “Caldi-Taco”, un lugar donde ofrece caldos y tacos de carne.
Sin embargo, la pandemia de Covid-19 lo puso en un predicamento ¿cómo sobrevivir sin ventas?
Un día observó que detrás de su vitrina se asomaban personas dedicadas a ser franeleros, vendedores ambulantes, y que observaban la comida que él mostraba sin posibilidad alguna de comprarla.
Fue entonces cuando decidió regalarles un plato.
Y lo que inició como una excepción se convirtió en una costumbre. De pronto, ya cocinaba para cientos de personas.
Tuvo que pedir la ayuda de su familia, y luego de voluntarios que le donaran alimento para preparar.
Sus empleados trabajan con medio sueldo, pero aún así intentan que su fuente de empleo sobreviva.
Manuel no sabe qué pasará cuando la pandemia termine, pero por ahora la misión es seguir ayudando a quienes más lo necesitan.
Código Libre MX con información de Xinhua