China, el país que más energía consume en el mundo, acumula petróleo en medio del brote de Covid-19 que generó una crisis en la industria energética.
Así lo indicó el analista Max Petrov, de Wood Mackenzie.
Y es que sus importaciones subieron un 4,5 por ciento en marzo respecto a hace un año a pesar de que su economía se paralizó por la pandemia y la demanda disminuyó.
La caída de precios son una bonanza para las fábricas y los choferes de China.
Además, permite a Beijing aumentar su reserva estratégica de petróleo, que la sacaría adelante en caso de alguna interrupción del suministro.
China importa aproximadamente la mitad del petróleo que consume. La mitad llega del Medio Oriente y el resto de Rusia, el sudeste asiático y África.
El PC quiere reducir esa dependencia, que considera un riesgo para su seguridad. Por ello el país está invirtiendo fuertemente en energía hidroeléctrica, eólica y solar.
Con información de AP