El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, mantiene su política de tratar al COVID-19 como “un problema menor” y pasajero, por lo que considera innecesarias medidas drásticas para enfrentar al brote viral.
A medida que aumenta la incidencia del COVID-19 en Brasil, el presidente Bolsonaro insiste que se trata de un problema pasajero y que las medidas drásticas para contenerlo que han implementado los gobernadores de los estados han sido exageradas.
Bolsonaro comentó a medios que en su opinión la inmunidad natural de los brasileños protegerá a la nación. “Hay que estudiar al brasileño. No se contagia de nada. Uno ve a un tipo tirarse de cabeza a la cloaca, ¿cierto? No le pasa nada. Creo que mucha gente ya estaba infectada en Brasil, hace meses o semanas y ya tienen los anticuerpos que ayudan a no proliferarse”, sentenció el mandatario.
Los gobernadores de Sao Paulo y Río de Janeiro, los estados más afectados, han prohibido las reuniones públicas, cerrado las escuelas y comercios y exhortado los ciudadanos a mantener una distancia prudente como prevención. Adicionalmente, 25 de los 27 gobernadores firmaron una carta dirigida al presidente Bolsonaro en la que le piden que adopte medidas estrictas contra el coronavirus.
Bolsonaro comentó que escuchó las declaraciones de su homólogo estadounidense y considera que sus posiciones son similares. Al igual que Trump, ha tratado de mitigar la ansiedad al destacar los beneficios aún no demostrados de la cloroquina para tratar el virus. El jueves eliminó los aranceles sobre este fármaco utilizado para tratar la malaria.
