Filipinas reportó este fin de semana la primera muerte por coronavirus registrada fuera de China. Las autoridades postergaron la apertura de escuelas en la provincia afectada y endurecieron las medidas de cuarentena en una ciudad.
El 25 de enero fue ingresado en un hospital un hombre chino, procedente de Wuhan, con fiebre, tos y dolor de garganta, reportó el Departamento de Salud filipino. El paciente murió luego de haber desarrollado una grave neumonía; la acompañante del fallecido, quien también proviene de Wuhan, fue diagnosticada positivamente con el coronavirus y fue aislada en un hospital de Manila.
El Presidente dio el visto bueno a un veto temporal para todos los viajeros no filipinos provenientes de China y sus territorios. Singapur, Australia, Japón y Estados Unidos implementaron medidas similares a pesar de las críticas de la OMS y de China.
En Huanggang, ciudad vecina de Wuhan en la provincia de Hubei, seis funcionarios fueron destituidos por su “ineficiente desempeño“ en el manejo de la situación de contagio durante el brote del virus, informó la Agencia de Noticias Xinhua. También dieron a conocer que la alcaldía de la ciudad reportó que “la capacidad para atender a los pacientes es inadecuada y hay una severa escasez de suministros médicos, como mascarillas y trajes protectores“.