Este domingo en los Estudios Churubusco de la Ciudad de México, tuvo lugar el segundo debate presidencial del país, destacándose por su formato interactivo que incluyó preguntas ciudadanas videograbadas provenientes de las 32 entidades de México y dos ciudades estadounidenses, Los Ángeles y Dallas.
Este método fue implementado por la Coordinación Nacional de Comunicación Social del Instituto Nacional Electoral (INE) para fomentar una mayor participación ciudadana y regionalizar los cuestionamientos a los candidatos. Los periodistas Adriana Pérez Cañedo y Alejandro Cacho moderaron el evento, que se transmitió a nivel nacional, incluyendo traducciones a lenguas indígenas y a la Lengua de Señas Mexicana.
Los candidatos presentes fueron Claudia Sheinbaum de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Xóchitl Gálvez de la alianza Fuerza y Corazón por México, y Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano. Cada uno expuso sus puntos de vista y propuestas sobre temas estructurados en cuatro bloques: crecimiento económico, empleo e inflación; infraestructura y desarrollo; pobreza y desigualdad; y cambio climático y desarrollo sustentable.
En el transcurso del debate, Claudia Sheinbaum defendió el progreso logrado bajo la actual administración, destacando mejoras en los salarios mínimos y el empleo como evidencia de una política económica exitosa. Enfatizó su compromiso con un modelo de desarrollo que no incrementa impuestos y se opone a la privatización, citando proyectos como el Tren Maya y la refinería Dos Bocas como ejemplos clave de infraestructura que benefician al país. Además, abogó por la continuación y ampliación de programas sociales y proyectos ecológicos como el programa “Sembrando Vida”, parte de un esfuerzo más amplio para combatir el cambio climático y promover la sustentabilidad.
Por su parte, Xóchitl Gálvez centró su participación en criticar la efectividad de la administración actual, acusando al gobierno de corrupción y de fallos en la seguridad y el manejo de recursos. Propuso la creación de instituciones de crédito para apoyar el emprendimiento y se comprometió a combatir la extorsión y mejorar la infraestructura nacional. Gálvez también hizo énfasis en una política ambiental responsable, proponiendo que México alcance un 50% de energías renovables para 2030 y rechazando proyectos que considera perjudiciales para el medio ambiente, como la refinería Dos Bocas y el Tren Maya, por sus impactos negativos percibidos.
Jorge Álvarez Máynez argumentó a favor de una economía que incluya políticas ambientales integradas y un enfoque justo para la distribución de recursos. Propuso mejoras significativas en las políticas laborales, como un salario mínimo elevado y una jornada laboral reducida. Máynez también abogó por una reforma fiscal y por inversiones en infraestructura hídrica y educativa que aseguren un desarrollo sostenible y equitativo. Subrayó la importancia de educar a los niños en su lengua materna, incluyendo la Lengua de Señas Mexicana, como parte de su plan para mejorar la educación y la inclusión social.
