El presidente Joe Biden se enfrenta a la decisión de promulgar una legislación que obligaría a ByteDance, la empresa matriz de TikTok, a vender su popular aplicación a un inversor estadounidense o a cesar sus operaciones en Estados Unidos.
Esta medida se enmarca dentro de un paquete legislativo más amplio de 95 mil millones de dólares destinado a asistencia para Ucrania, Israel y Taiwán, recientemente aprobado por el Senado y enviado a la Casa Blanca. ByteDance tendría un periodo inicial de 270 días para realizar la venta, extensible hasta un año por el presidente.
El principal motivo detrás de esta legislación es la preocupación por parte de congresistas y funcionarios del gobierno de que China pueda acceder a datos de usuarios estadounidenses y manipular la opinión pública a través de TikTok.
Aunque la compañía ha afirmado que no planea vender y que la legislación infringe la Primera Enmienda, el conflicto parece encaminarse a los tribunales. Antecedentes judiciales indican que TikTok ya ha logrado bloquear acciones similares, como la prohibición propuesta por el presidente Donald Trump en 2020, que fue revocada por un juez federal.
