En un emocionante encuentro de fútbol, el equipo de Tigres defendía su ventaja en los últimos minutos del partido cuando su rival, Rayados, intensificó sus esfuerzos buscando el empate, lo cual finalmente lograron en tiempo adicional.
Durante el partido, se anunció que se agregarían ocho minutos al tiempo reglamentario, sin embargo, el árbitro César Ramos continuó el juego más allá de este periodo, situación que generó controversia y protestas por parte de Tigres.
El gol del empate de Monterrey llegó en el minuto 99, un minuto después de lo previsto para el final del partido.
Esta decisión del árbitro provocó la expulsión de dos figuras clave de Tigres; Javier Aquino y el técnico Robert Dante Siboldi, quienes fueron sancionados después de confrontar al árbitro por su gestión del tiempo adicional.
Los comentarios y reclamaciones en el campo reflejaron la frustración del equipo, sintiéndose perjudicados por decisiones arbitrales que, a su juicio, extendieron injustamente el juego, permitiendo el empate final de 3-3.
