La reciente declaración sobre el futuro de las refinerías en México, específicamente la de Cadereyta, generó una discusión en el ámbito político y ambiental. La candidata presidencial Claudia Sheinbaum se por la inversión privada, pero preservando el patrimonio.
“Hay algunos que quieren cerrar refinerías, nosotros queremos fortalecer la industria nacional, Pemex. La inversión privada, sí, pero no a costa del patrimonio nacional, esa es la visión de la Cuarta Transformación”.
Según informes recientes, las emisiones de esta refinería se encuentran por debajo de los límites establecidos por las normativas ambientales, lo que sugiere un esfuerzo por mantener la calidad del aire en la zona metropolitana de Monterrey.
No obstante, la postura oficial defiende la continuidad de las operaciones de las refinerías como parte de un proyecto sustentable, apoyado en evidencia científica, y critica las propuestas de cierre por considerarlas no fundamentadas adecuadamente.
Por otro lado, se plantea un enfoque de desarrollo que privilegia la industria nacional sobre la inversión privada que pudiera comprometer el patrimonio nacional. Este enfoque, alineado con los principios de la Cuarta Transformación, busca fortalecer entidades como Pemex, subrayando una clara diferencia ideológica y de gestión entre los proyectos propuestos por diferentes sectores políticos.
