Durante una conferencia de prensa titulada “Sin miedo a la verdad”, Gálvez atribuyó la contingencia ambiental en la Ciudad de México a las emisiones de la refinería de Tula, Hidalgo, operada por Pemex, y la termoeléctrica administrada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Según Gálvez, estas instalaciones son responsables de una parte significativa de la contaminación en el Valle de México debido a la falta de inversión en tecnología para reducir emisiones.
Gálvez señaló que el gobierno de la Ciudad de México no ha presionado lo suficiente para que se invierta en mejoras tecnológicas en estas instalaciones, lo que ha permitido que continúen las altas emisiones de contaminantes, afectando la salud de los habitantes de la región.
La candidata afirmó que aproximadamente el 40% del dióxido de azufre en el aire de la Ciudad de México y los municipios circundantes proviene de la refinería de Tula.
En su propuesta de campaña, Gálvez plantea modernizar la refinería para que opere con gas natural, lo cual reduciría las emisiones de dióxido de carbono. Además, criticó la falta de acciones durante el mandato de Sheinbaum para finalizar proyectos clave que podrían haber mitigado la contaminación, como el ramal de gas natural y la coquizadora, especialmente relevante ya que durante la pandemia de covid-19, a pesar de la reducción del uso de vehículos y la pausa en la actividad industrial, la Ciudad de México registró altos niveles de contaminación y una alta tasa de mortalidad por covid-19. Gálvez concluyó reafirmando su compromiso con el desarrollo de energías limpias y la electromovilidad.
