La Ciudad de México tiene el reto de las elecciones del 2 de junio, donde el equilibrio de poder entre las coaliciones de izquierda y derecha está en juego.
La actual división de alcaldías entre la coalición “Sigamos haciendo Historia en la Ciudad de México” (Morena-PT-PVEM y Movimiento Ciudadano) y la alianza “Va X la CDMX” (PAN-PRI-PRD) muestra la competitividad y fragmentación política en la capital.
La lista de candidatos a alcaldes es una mezcla de incumbentes que buscan la reelección y nuevos aspirantes, cada uno presentando propuestas y perfiles diversos, lo que sugiere una campaña electoral intensa y disputada.
Entre ellos, se encuentran figuras como Lía Limón García y Javier López Casarín en Álvaro Obregón, Margarita Saldaña Hernández y Nancy Núñez Reséndiz en Azcapotzalco, así como candidatos por otras demarcaciones como Benito Juárez, Coyoacán y Cuajimalpa de Morelos
La experiencia y los antecedentes de los candidatos, que van desde la defensa de los derechos ciudadanos y la mejora de los servicios públicos hasta el enfoque en la seguridad, el desarrollo económico y la sustentabilidad, son distintas visiones para el futuro de la Ciudad de México.
A nivel más amplio, las elecciones del 2 de junio son parte de un proceso electoral más grande que incluye la elección de la Presidencia de la República, representantes para la Cámara de Diputados y Senadores a nivel federal, así como gubernaturas y la jefatura de Gobierno en varias entidades.
Con un padrón electoral de casi 100 millones de ciudadanos, estas elecciones no solo decidirán el futuro político de la Ciudad de México sino también el rumbo del país.
El resultado podría tener implicaciones significativas para la política local y nacional, dado el papel central que la Ciudad de México juega en la política, economía y cultura del país.
