Durante el juicio contra el futbolista Dani Alves, la discusión central se ha orientado hacia el impacto de la exposición mediática sobre la víctima de agresión sexual, cuya identidad fue revelada en las redes sociales por la madre del deportista.
La Fiscalía y la acusación particular han contrarrestado los argumentos de la defensa, señalando que el verdadero perjuicio de la atención mediática ha recaído sobre la joven afectada.
El juicio, que se lleva a cabo en la Audiencia de Barcelona, ha reservado tres días para su proceso, en el cual Alves enfrenta una petición de hasta doce años de cárcel por parte de la acusación particular, mientras que la Fiscalía solicita nueve años por el delito de agresión sexual.
Los representantes legales de la víctima han refutado las cuestiones previas planteadas por la defensa de Alves, que argumentaba una vulneración del derecho a la defensa y la existencia de un juicio paralelo debido a la cobertura mediática del caso.
La defensa de Alves había señalado la amplia difusión del caso en los medios desde su detención, pero las acusaciones han resaltado la divulgación no autorizada de la identidad e imágenes de la víctima por parte de la familia de Alves.
